PROLOGO

A veces las palabras se nos ofrecen como escape, como refugio o simplemente, disfraces de silencios.

En nuestro caso, se transformaron en guarida, lugar de duelo y expresión del grito que nos quemaba el alma


Con el tiempo, tomaron forma y vuelo, los versos desgarrados mutaron para alcanzar una meta: sentir a Michael vivo

A medida que escribíamos, aprendimos a mirarlo y a mirarnos, fuimos espejo las unas de las otras; redescubrimos la pasión innegable, el deseo despojado de inhibiciones y el amor como fuente de todo lo posible.

Entretejidos en un diálogo íntimo, cada poema se fortaleció, como si el sagrado beso de nuesto ángel guiara la pluma.

Uno a uno (una a una), la red de abrazos ya estaba extendida y caminamos con la convicción plena de las que ya no tienen miedo, haciéndonos escudo de su nombre, guardianas de su historia, guerreras de su causa.

Así, las ilusiones redefinieron las horas, vestimos la fe con guante de plata y en el paso de luna, dibujamos sus iniciales para que la noche las esparza agradecida.

El tiempo no se detuvo; tampoco, la tristeza. Sin embargo, nuestros ojos no se muestran vencidos, se alimentan en la belleza de los suyos, en la certeza de que la felicidad se hace de milagros cotidianos. Y a pesar de saber nuestras limitaciones, nada detiene la marcha porque hemos descubierto la fórmula del neverland.

Aquí la revelamos, a corazón abierto, sintiendo que en cada palabra, en cada verso, su deseo primigenio ha sido alcanzado: amar el mundo.

Nos verás a nosotras, sí, pero más lo verás a él, Peter Pan escurridizo, girando en moléculas de vida, en la risa victoriosa de los niños, la calma del anciano, el dolor del que sufre, el fuego del que canta.

Somos mediadoras de su magia, aquí te la entregamos, en esta danza del sueño, ese sueño que quiso brillar y que no sólo fue luz, sino que fue magnificencia, fue universo, fue eternidad.

The team.

jueves, 1 de abril de 2010

Ven , acercate a mi lecho
amame con libertad
haz que crezca mi deseo
que aumente mi palpitar

Haz que tus dedos desciendan
hasta el umbral de mis pechos
que erizan desafiantes
por el roce de tus besos

Que la humedad de tu lengua
dibuje sobre mi piel
con suave delicadeza
el deseo de tu ser

Bajo esta ducha de estrellas
en mi zona mas profunda
dejaré un grito a la noche
bajo la luz de la luna

Deja que sean mis manos
las que jueguen esta vez
por la curva de tu vientre
hasta hacerte estremecer

Para perderme en tu sexo
jadeante de placer
tu gemido en el silencio
llena mi boca de miel

Me cuelgas de tus caderas
en un salvaje vaivén
al chocar de nuestros cuerpos
me haces enloquecer

Festival de sensaciones
que extallan al mismo son
en un sentir exquisito
que compartimos los dos







 

SPED

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