PROLOGO

A veces las palabras se nos ofrecen como escape, como refugio o simplemente, disfraces de silencios.

En nuestro caso, se transformaron en guarida, lugar de duelo y expresión del grito que nos quemaba el alma


Con el tiempo, tomaron forma y vuelo, los versos desgarrados mutaron para alcanzar una meta: sentir a Michael vivo

A medida que escribíamos, aprendimos a mirarlo y a mirarnos, fuimos espejo las unas de las otras; redescubrimos la pasión innegable, el deseo despojado de inhibiciones y el amor como fuente de todo lo posible.

Entretejidos en un diálogo íntimo, cada poema se fortaleció, como si el sagrado beso de nuesto ángel guiara la pluma.

Uno a uno (una a una), la red de abrazos ya estaba extendida y caminamos con la convicción plena de las que ya no tienen miedo, haciéndonos escudo de su nombre, guardianas de su historia, guerreras de su causa.

Así, las ilusiones redefinieron las horas, vestimos la fe con guante de plata y en el paso de luna, dibujamos sus iniciales para que la noche las esparza agradecida.

El tiempo no se detuvo; tampoco, la tristeza. Sin embargo, nuestros ojos no se muestran vencidos, se alimentan en la belleza de los suyos, en la certeza de que la felicidad se hace de milagros cotidianos. Y a pesar de saber nuestras limitaciones, nada detiene la marcha porque hemos descubierto la fórmula del neverland.

Aquí la revelamos, a corazón abierto, sintiendo que en cada palabra, en cada verso, su deseo primigenio ha sido alcanzado: amar el mundo.

Nos verás a nosotras, sí, pero más lo verás a él, Peter Pan escurridizo, girando en moléculas de vida, en la risa victoriosa de los niños, la calma del anciano, el dolor del que sufre, el fuego del que canta.

Somos mediadoras de su magia, aquí te la entregamos, en esta danza del sueño, ese sueño que quiso brillar y que no sólo fue luz, sino que fue magnificencia, fue universo, fue eternidad.

The team.

sábado, 27 de marzo de 2010

En un sueño de agosto

se teje la huella
y un niño moreno abraza
los surcos latentes del destino distinto.

Tiene los ojos grandes,
la voz de los ángeles ignorados
en los cuadros de oro.

Lleva en su piel la historia castigada
pero él no cree en condenas.
Toma al tiempo de la mano
y baila su curso
sin el talento inventado
que los mediocres patentan.

No se detiene.
Recorre en las palmas
las formas completas,
los rostros que el verbo
quiso darle al mundo

Canta el plan de los gigantes
sin notas mezquinas
llora las limitaciones de la ignorancia
y sonríe mil veces la
sabiduría de lo primigenio.

Una tarde de Junio
besó sus ojos la vigilia
y de ese tránsito de puntos en suspenso
nació otro sueño
Tiene el gusto equivocado de la lágrima
pero el contorno de la esperanza latente


Si bailas la luna esta noche
si cantas el fuego de tu esencia humana
El ángel moreno
despertará del cuento escrito a medias
para ser del mundo su verdad y estampa


                                                                           LENYA

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