PROLOGO

A veces las palabras se nos ofrecen como escape, como refugio o simplemente, disfraces de silencios.

En nuestro caso, se transformaron en guarida, lugar de duelo y expresión del grito que nos quemaba el alma


Con el tiempo, tomaron forma y vuelo, los versos desgarrados mutaron para alcanzar una meta: sentir a Michael vivo

A medida que escribíamos, aprendimos a mirarlo y a mirarnos, fuimos espejo las unas de las otras; redescubrimos la pasión innegable, el deseo despojado de inhibiciones y el amor como fuente de todo lo posible.

Entretejidos en un diálogo íntimo, cada poema se fortaleció, como si el sagrado beso de nuesto ángel guiara la pluma.

Uno a uno (una a una), la red de abrazos ya estaba extendida y caminamos con la convicción plena de las que ya no tienen miedo, haciéndonos escudo de su nombre, guardianas de su historia, guerreras de su causa.

Así, las ilusiones redefinieron las horas, vestimos la fe con guante de plata y en el paso de luna, dibujamos sus iniciales para que la noche las esparza agradecida.

El tiempo no se detuvo; tampoco, la tristeza. Sin embargo, nuestros ojos no se muestran vencidos, se alimentan en la belleza de los suyos, en la certeza de que la felicidad se hace de milagros cotidianos. Y a pesar de saber nuestras limitaciones, nada detiene la marcha porque hemos descubierto la fórmula del neverland.

Aquí la revelamos, a corazón abierto, sintiendo que en cada palabra, en cada verso, su deseo primigenio ha sido alcanzado: amar el mundo.

Nos verás a nosotras, sí, pero más lo verás a él, Peter Pan escurridizo, girando en moléculas de vida, en la risa victoriosa de los niños, la calma del anciano, el dolor del que sufre, el fuego del que canta.

Somos mediadoras de su magia, aquí te la entregamos, en esta danza del sueño, ese sueño que quiso brillar y que no sólo fue luz, sino que fue magnificencia, fue universo, fue eternidad.

The team.

martes, 23 de marzo de 2010

Sale la Luna, y se esconde el Sol,
muere el día y con la noche tu partida.
Pero el Alba traerá el sabor
de la dulce Melancolía,
de un recuerdo fugaz,
de tu voz cantando en la inmensidad.

Y recordaré de que color
se teñia tu pelo,
el mirar intenso que tus ojos desprendian,
la grandeza de tu danzar,
y tu Alma hecha de bondad.

Lloran mis ojos por tu ausencia,
pero en mi vive tu esencia.
No corras y vuela ya
mi pequeño Peter Pan
que el Amor que por ti siento
me sabe a tu Libertad.

KAMPANILLA

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